jueves, 11 de abril de 2013

Buceo bajo el hielo 2013

Volvemos a la carga, esta vez con algo diferente: buceo bajo el hielo. Aunque en esta ocasión yo no hice la inmersión porqué no tenía la necesidad imperiosa de congelarme y me dediqué a hacer el reportaje fotográfico.

Este tipo de buceo tiene unas características algo distintas y requiere de procedimientos adicionales para mantener la seguridad que voy comentando a lo largo del relato.

Primero de todo voy a presentar el escenario. En este caso fuimos al lago que hay a la entrada del balneario de Panticosa en la provincia de Huesca, según dicen uno de los mejores lugares para hacer este tipo de inmersión. Se accede a través de una carretera de montaña víctima frecuente de aludes y al lado hay un aparcamiento que usamos también para equiparnos.

Ibón de los Baños
Una vez llegados al lugar hay que empezar a prepararse a conciencia para lo que se va a hacer y eso incluye el equipo que se va a usar. El agua del lago tenía una temperatura de unos 2 o 3 ºC por lo que hay que usar traje seco y protección térmica adicional. Esto supone una alteración del control de la flotabilidad y requiere de algo de práctica para los buceadores de temporada. Este tipo de trajes mantienen el cuerpo y los pies completamente secos anulando así la pérdida de calor por convección. Para ello en lugar de estar ajustados como los demás tipos de trajes tenemos un volumen mínimo de aire dentro del traje. Lógicamente ese aire se irá comprimiendo o expandiendo durante la inmersión dependiendo de la profundidad por lo que deberemos añadir o quitar aire del traje a través de las válvulas, diseñadas para ello, para mantener un volumen más o menos constante (ver comportamiento de los gases).

Válvula de purga de un traje seco
También los ordenadores de buceo necesitan que se les ajuste la programación para volverlos más restrictivos ya que estamos en altura y por lo tanto la presión atmosférica es menor. Una presión atmosférica menor en superficie nos lleva a tolerar menos la disolución de gases en nuestro cuerpo favoreciendo la aparición de enfermedad descompresiva.

Ajustando el ordenador según la altitud
Si recordais la última entrada de iniciación al submarinismo, lo que estamos haciendo aquí es atenuar el riesgo de una ED con una medida como es reajustar el ordenador.

Cómo se ve en las fotografías el perímetro del lago tenía una capa fina de hielo que era incapaz de soportar el peso de una persona lo que dificultó el acceso al lago y el transporte de los equipos. Por supuesto eso dio juego a escenas de mofa y empezamos a llamar bastante la atención de quien pasaba por ahí incluidos multitud de fotógrafos amateur, familias, señoras especulando sobre si estábamos rescatando un cadáver y abuelas que también querían meterse a darse un baño en el lago porqué si nosotros lo hacíamos por qué ellas no ..... 

Lógicamente pasó lo inevitable
Por cuestiones de seguridad, desde antes de entrar en el lago ya hay que tener el traje cerrado y estanco en caso de darse un baño involuntario. 

Ya equipados, y mientras los buzos montaban el material, otros se dedicaban a hacer el agujero, proceso no del todo sencillo pese a contar con una motosierra porqué el grueso del hielo en el lugar escogido era de más de medio metro.

Como quien corta mantequilla
Mover los equipos al punto de inmersión tuvo sus complicaciones debido a la poca resistencia del hielo en los márgenes así que tuvimos que sacrificar a uno por el bien de todos.

Te echaremos de menos J.C. (In memoriam)
Con los equipos en el punto de inmersión ya es la hora de hacer el briefing, que en mi opinión siempre hay que hacerlo para estar seguros que todo el mundo conoce el plan y las características particulares de la inmersión.

El guía va a desplegar el hilo de vida
Una de las características particulares de este tipo de inmersión es que tenemos techo real, eso es que una barrera física nos impide salir del agua por cualquier parte a diferencia de lo que ocurre en inmersiones de aguas abiertas. El único lugar por el que podemos salir es por el mismo que hemos entrado y por lo tanto vamos a requerir de un hilo de vida que el guía de grupo irá desplegando y que al recogerlo nos devolverá al punto de partida. 

Cómo era de suponer en un lago bajo el hielo no hay vida que ver, ni visibilidad, ni .... ¿por qué hacemos esto? básicamente por el juego de luces, el techo real y por vicio del malo. Ese día en particular había una capa de nieve sobre el hielo que hacía que la luz apenas pudiera pasar y las aguas del lago eran negras, pero de 0 a 5 metros de profundidad había luz suficiente como para tomar imágenes.

Al fin y al cabo una experiencia curiosa.



viernes, 22 de marzo de 2013

Iniciación al submarinismo 6: La cabeza y la actitud

¡Hola!

Después de lo que me han parecido siglos de no escribir por aquí por fin vuelvo a las andadas para continuar la serie de "Iniciación al submarinismo". Entre vacaciones, trabajo, actividades varias, mudanzas, etc. no tenía tiempo ni para escribir aquí.

En esta entrada voy a tratar uno de los temas más importantes para un buceador en cuanto a seguridad concierne: nuestra propia actitud. Esto incluye desde la seriedad con la que nos tomamos una actividad hasta nuestra susceptibilidad al pánico.

Los que me conocen saben que mi actividad principal es la aviación desde muy pequeño y como piloto he descubierto que la actitud en todas las actividades de riesgo es la primera linea de defensa ante un accidente. El submarinismo no es una excepción a esta regla y hay que tener claro que ésta es una actividad de riesgo.

Respeto a las reglas:

Al poco que nos paremos a pensar en ello nos surgen un montón de preguntas de difícil respuesta: ¿cual es una buena actitud? ¿cómo se define? ¿es flexible? . Como novatos ¿cómo sabemos si nuestra actitud es correcta? ¿y la de los demás que saben más que yo?
Uno de los problemas de la percepción de las actitudes es que son subjetivas y ambiguas, no están definidas como un procedimiento o una ecuación matemática.

Para mí, una actitud correcta en este tipo de actividades debe ser fiel a los procedimientos aprendidos, al entrenamiento y  a las reglas. Hay que ser cuidadoso con el material, con los briefings y no confiarse nunca.

Valoración de riesgos y mitigación:

En una actividad de este tipo tenemos siempre una serie de riesgos, y cada uno de ellos se puede clasificar acorde a la probabilidad de que acabe ocurriendo y a la gravedad de sus consecuencias.


En función de la gravedad y la probabilidad podemos decidir si un riesgo es aceptable o no según los criterios que nos marquemos. Y ahí está la piedra angular: los criterios. Cada uno tiene sus propios criterios pero aún así es conveniente que haya unos criterios básicos comunmente aceptados.

Para clarificar las cosas vamos a poner un par de ejemplos:

Supongamos una inmersión a 15 metros de máxima profundidad con monobotella de 12L, equipo recreativo estandar (ver la entrada del blog: El equipo), en aguas abiertas sin techo real y con un compañero bien entrenado. Hay muchos riesgos en los que podríamos pensar:

  • Avería del BCD
  • Fallo de primera etapa
  • Enredarnos en un cabo
  • Desorientarnos y perdernos
  • Que nos ataque el kraken ....

Y todos los que querais pero para este ejemplo supongamos que valoramos como riesgo el fallo de la primera etapa (la única que llevamos). ¿Qué probabilidad hay de que eso ocurra? pues si llevamos un mantenimiento adecuado la probabilidad es baja. ¿Y la gravedad de las consecuencias? Teniendo en cuenta que estamos a 15 metros junto a un compañero bien entrenado con salida directa a superficie pues como mucho la gravedad seria media o leve en todo caso. Este riesgo según mi criterio es aceptable (ver tabla).

Siguiendo con este ejemplo vamos a suponer la misma situación pero cambiando un par de parámetros: Inmersión a 40 metros con monobotella de 12L, equipo recreativo estandar, aguas abiertas sin techo real y con un compañero tan pardillo como nosotros que se ha dejado engañar para hacer esta inmersión al salir del curso de OWD. Si entramos a valorar el mismo riesgo de fallo de la primera etapa (sigue siendo la única que llevamos) la probabilidad sigue siendo baja pero las consecuencias ya no son leves si no graves. Esto convierte este riesgo en inaceptable.

Cuando hay un riesgo inaceptable básicamente hay que aplicar acciones de mitigación de ese riesgo. La primera acción de mitigación disponible SIEMPRE es no hacer la inmersión, sin embargo normalmente querremos hacerla así que tenemos que buscar otras acciones que rebajen la probabilidad de que suceda ese riesgo o bien la gravedad de las consecuencias.

En el ejemplo tratado de la inmersión a 40 metros en la que valorábamos el riesgo de fallo de la primera etapa hay varias cosas que podemos hacer para mitigar el riesgo: Llevar redundancia de gas, cambiar de compañero, etc. Esto hace que las consecuencias y/o la probabilidad se reduzcan.

La acción de mitigación por excelencia para la gran mayoría de riesgos es el entrenamiento continuo, no lo olvideis.

Influencia del grupo:

Es indiscutible que la actitud es algo propio personal de cada uno, sin embargo al estar en un grupo puede verse influenciada por la de los demás.

http://www.jarmansystems.co.uk/personal/david/hobbies/scuba/malta_sep_08/malta_2008.htm

Seguro que en alguna ocasión mientras íbamos con un grupo hemos acabado haciendo algo que no nos apetecía o que no estábamos seguros de hacer porqué todos los demás lo han hecho o porqué nos han empujado a ello. La pregunta es:  ¿Por qué lo hicimos? Pues en estos casos es muy común la siguiente respuesta: Por miedo al rechazo social o por "lo que van a decir de mí". En una actividad corriente sin riesgos o con riesgos mínimos en situaciones controladas esta actitud no tendrá más consecuencias, pero la cosa cambia en una actividad de riesgo cuyas consecuencias pudieran ser graves.

Ahí entra el miedo a decir que "no", a abortar una actividad a tiempo. Por mucha presión que os metan los demás al final sois vosotros los que os vais a meter en un lío al que os han arrastrado.

Recordad, valorad los riesgos, valorad la situación y valorad vuestra capacidad para esa inmersión en concreto; entonces decidid.